Por Javier Bava.
Hoy, cuando pobres campañas previas (2011-12 y 2012-13) nos han llevado a la pérdida de la categoría, es cuando conviene hacer una breve revisión de los descensos sufridos por Defensores de Belgrano “en la cancha” (tuvo otros tres, dos producto de reestructuraciones, en 1934 y 1950, y otro que podríamos calificar de encubierto, en 1986).
Tal como podemos deducir de la lectura de estas breves líneas, en todos los descensos, hubo causas “favorecedoras”, en muchos casos evitables, en oportunidades producto de la impericia, en otros de la negligencia, y para peor, en otros, de la soberbia (esta última, incomprensible e imperdonable, en una Institución modesta como lo ha sido y lo es Defensores).
El primer descenso de Defensores de Belgrano data de 1915, cuando por primera vez participó en un Torneo de Primera División, a la cual accedió, tras obtener el Torneo de la División Intermedia de la Federación Argentina de Football, en forma invicta.
Ese año, 1915, por desgracia para nuestro Club, se produjo la fusión de la poderosa Asociación y la disidente Federación Argentina de Football (donde militaba Defensores), motivo por el cual se decidió implementar cuatro descensos, situación inédita hasta entonces en Torneos de Primera División en nuestro medio, y que no volvería a repetirse en los siguientes 50 años.
La campaña fue mala (no reforzó su Plantel, confiando en los elementos del Club, muchos de los cuales debían cumplir con el Servicio Militar), no obstante lo cual no estuvo lejos de la salvación y de haber permanecido los dos descensos aplicados a la fecha en los Torneos de Primera División, Defensores hubiera mantenido la Categoría Superior.
Mucho se dijo a través de la “tradición oral” sobre jugadores que cumplían el Servicio Militar, arbitrajes tendenciosos, animadversión hacia los equipos “federacionistas” (3 de ellos descendieron), injustas expulsiones, de esto y de lo otro, pero nada de ello ha podido confirmarse en las páginas de los medios de la época.
En épocas en la cuales el descenso era sinónimo de desaparición, tras luchar dos años en Intermedia, Defensores retornó al Círculo Privilegiado en 1917, en un hecho sin precedentes por esos años.
Más de 35 años después, en 1952, jugando ya en la Segunda División, Defensores se apoderó del último puesto en el inicio del Torneo y se mantuvo en él hasta el final. A pesar de todo y por esas cosas que solían ocurrir (y suelen hoy también, aunque en menor
medida), el equipo, que había logrado un solo triunfo en las primeras 28 fechas, ganó 4 de sus 6 últimos compromisos, perdiendo uno solo de ellos (además de sufrir sólo dos derrotas en las últimas 12 fechas y finalizar el Torneo a sólo un punto de Tiro Federal de Rosario, que se salvó raspando).
Queda como interrogante el hecho, de cómo los Dirigentes defensoristas de entonces no se dieron cuenta que en el Torneo Preparación, jugado previamente al de Liga, Defensores había perdido 5 de los 6 partidos que disputó (el otro empató), lo cual hacía por lo menos lógico pensar en reforzar el equipo.
En el medio, en 1935, Defensores, que no fue incluido en 1931 en la Liga Profesional, debido a que no poseía cancha con las comodidades necesarias, dinero para formar un equipo competitivo, ni convocatoria de público suficiente, pasó a militar en la Segunda División con sus compañeros de la Asociación Amateur, en lo que podríamos titular como un “descenso obligado”, pese a realizar en 1934 una muy buena actuación.
Mucho después, en 1950, fue obligado, por una injustificada reestructuración, junto a otros clubes, a formar parte de una Tercera Categoría, una especie de Primera “C” (Primera División Amateur), en la cual cumplió una muy mala performance, a pesar de contar casi con los mismos jugadores que en la temporada anterior habían realizado una campaña de mitad de tabla en la Primera “B”.
En 1955, nuevamente en la Segunda Categoría, Defensores volvió a ocupar el último puesto, y al igual que en 1952, obtuvo 4 triunfos en los últimos 5 partidos, cuando había logrado igual número de victorias en el resto del Torneo.
Fue éste un descenso amargo, ya que el competidor directo fue Excursionistas, que se salvó (quedó un punto arriba) al derrotar como visitante, en la cancha de Platense, a un poco “incentivado” Atlanta (ubicado 6º en la Tabla General y jugando frente a uno de los últimos) por 1 a 0. Por lo visto, poco duró Defensores en Primera “B”, tras su ascenso en 1953, hecho que también parecería poco explicable en un Club con 40 años de transitar el fútbol Oficial.
En 1961, cuando nada lo hacía prever (contaba como refuerzos con 4 juveniles de River, de buen nivel, y se encontraba en la mitad de la Tabla de Promedios), Defensores descendió junto a El Porvenir a la Primera “C” (primer descenso por el sistema de promedios), al ser derrotado en el partido decisivo como visitante, en la anteúltima fecha, por el rival directo, Temperley (al que vencía por 1 a 0 al final del primer tiempo y del cual recibió el segundo gol faltando pocos minutos). En puntos, Defensores cumplió una pobre campaña y ocupó el último lugar en las Posiciones.
Diez años después, la situación fue diferente (esta vez fueron varios más los juveniles de River Plate que reemplazaron a Anhielo, Biasin, Busti & otros en la cancha, además de despedir a Chiti como DT, a fines de 1970), ya que Defensores ocupó el último puesto en el Torneo de Primera “B”, a pesar de la ponchada de puntos que le fue descontada a Nueva Chicago por el Tribunal de Penas, en un Torneo que se completó con jugadores juveniles, debido a una huelga de jugadores profesionales.
Para ser más claros, al equipo de Mataderos le descontaron 14 puntos, a pesar de lo cual terminó 4 arriba de Defensores y en realidad (sin el descuento), en los primeros puestos. Además, en lo que fue el partido decisivo, los juveniles de Chicago derrotaron a los de Defensores en la cancha de Vélez por 4 a 2.
En 1986, Defensores, que en las dos temporadas previas había estado cerca del ascenso a Primera (sobretodo en 1984), cumpliendo muy buenas performances, no alcanzó a clasificar (se ubicó anteúltimo en su Sección) para jugar en la Primera “B” Nacional, quedando condenado a hacerlo en la Metropolitana. o sea, a partir de entonces, la tercera Categoría.
Más adelante, en la temporada de 1989/90, Defensores descendió por promedio a la Primera “C”, tras realizar una discreta campaña (en realidad influyeron negativamente las 5 derrotas consecutivas en las primeras 5 fechas y las magras campañas previas que enflaquecieron su promedio), luego de haber conformado un “equipo de los sueños”, con numerosos jugadores consagrados de la Categoría, que no rindieron en la medida de lo esperado (para mejor decir, “defraudaron”).
Derrotó incluso a su rival directo en Núñez a dos fechas del final (lo había hecho en la 1ª Rueda, en San Martín), pero Chacarita Juniors, de la mano del poderoso dirigente gastronómico Luis Barrionuevo, escapó a la sanción que le correspondía y Defensores no pudo evitar el “maloliente” empate en cero entre Chacarita Juniors y Deportivo Merlo en el Parque San Martín, en la última fecha (Defensores tuvo fecha libre), que dejó contentos a ambos.
Respecto de las campañas previas, en la temporada 1988/89, Defensores contó con la inestimable ayuda de Villa Dálmine, que “desinteresadamente” en la última fecha del Torneo derrotó a su clásico rival regional, Defensores Unidos de Zárate, y lo mandó al descenso. Mientras tanto, en Núñez, Defensores hacía lo suyo y derrotaba a All Boys 1 a 0, con gol del brasileño Ronaldo Da Silva, quedando a salvo del descenso.
Un año antes, en la temporada 1987/88, Defensores con la conducción técnica de Luis Soler, había logrado en 13 fechas, 3 triunfos, 7 empates y 3 derrotas (50% de efectividad), lo cual aparentemente no satisfizo (probablemente empataba mucho … pero
no perdía: “no mandaba el equipo adelante”, dirían los gurúes de hoy día). Tras la decisión de cesantear al DT y reemplazarlo por Heriberto Correa, Defensores obtuvo 2 triunfos, 4 empates y 8 derrotas (29% de efectividad), lo que produjo una nueva remoción de DT. Los tres últimos partidos fueron todos derrotas, y el promedio se achicó notablemente. El resultado final ya fue mencionado en párrafos anteriores.
Ya jugando en el Nacional “B”, Defensores descendió en la temporada 2004/05, por última vez en su Historia, por promedio, tras pelear las últimas fechas nuevamente con Chacarita Juniors, que contó con la ayuda de los ex defensoristas Jonnhy Aquino y Héctor Rivoira (jugador y DT de Ferro Carril Oeste, respectivamente). El descenso se produjo tras disputar una final en la que fue derrotado por penales en la cancha de Huracán (el encuentro terminó 0 a 0).
El ex volante defensorista Aquino, cuando el partido concluía y el visitante inexorablemente perdía la Categoría, no tuvo mejor idea que tocar “inocentemente” la pelota con la mano dentro del área. El DT, por su parte, colaboró realizando cambios pocos felices (sacó al ex Defensores Diego Cochas) durante el encuentro, por lo que fue reprobado por el público “verdolaga”.
Nuevamente, el equipo de San Martín (de la mano del antes mencionado líder sindical gastronómico) escapó en esta oportunidad a la sanción que le correspondía tras los graves y delictivos incidentes provocados por sus parciales, en su propia cancha (silenciados por el periodismo vernáculo, como siempre, cómplice de la violencia en nuestro fútbol), en un partido televisado frente al conjunto de la Comisión de Actividades Infantiles. A pesar que los jugadores de este último fueron desnudados a punta de arma blanca y el árbitro y los periodistas (luego amnésicos) pedían por sus vidas, el partido se continuó días después.
Este Torneo, Defensores lo comenzó con 4 derrotas consecutivas (la última con Huracán inconcebible e inolvidable), que ocasionaron la salida de la dupla técnica Hugo Rodríguez – Guillermo Aldaz. La llegada de Salvador Passini mejoró el 0% de puntos obtenidos, y en las 29 fechas siguientes, en las que estuvo al mando del equipo, obtuvo el 42% de las unidades en disputa, lo cual nos auguraba otro año en el Torneo Nacional “B”.
Sin embargo, a 10 fechas del final, Pasini fue reemplazado por Oscar Martínez (viejo conocido de la casa y quien nos salvara del descenso años atrás, en una situación muy comprometida), quien sólo pudo obtener el 27% de los puntos, que no alcanzaron para la salvación (por muy poco). En síntesis, nadie podrá explicar hoy porqué fue reemplazado Salvador Pasini.
Los hechos recientemente ocurridos no necesitan relato, motivo por el cual son
omitidos. A diferencia de los descensos anteriores, en los cuales Defensores ocupó siempre los 4 últimos puestos, en el actual Torneo se posicionó dentro de los 5 primeros, clasificándose para disputar el Torneo Reducido.
Algo que queda por recalcar, respecto de los últimos 3 descensos, es que todos ellos fueron producto de partidos “sospechosos” de sus rivales: Merlo vs Chacarita (1989/90); Rivoira-Aquino vs Chacarita (2004/05) y lo que ocurrió en Jauregui y Campana (2013-14).
Así se cierra el breve relato de los descensos defensoristas, un relato triste pero lleno de enseñanzas que seguramente nos permitirá no cometer los mismos errores, ya que aquel que “no conoce su historia, está condenado a repetirla”. Y ahora, cuando el descenso es un hecho, es bueno recordar.
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