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jueves, 31 de diciembre de 2015

Recordando a Jorge Brandoni

El juvenil (de 21 años de edad) y longilineo Jorge Alberto Brandoni, un volante ofensivo con buen manejo de la pelota, fue uno de los refuerzos que llegó a Defensores de Belgrano, para afrontar el torneo de Primera “B”, con un mal recuerdo de la temporada anterior, en la cual estuvo cerca de perder la categoría. Quizá nada hacía prever que sería este el paso que lo catapultaría en un futuro muy cercano, al fútbol de la Primera División.
Había formado parte las temporadas anteriores (entre 1974 y 1976) de los planteles de Comunicaciones, en los cuales convivió con muchos jugadores con pasado o futuro defensorista: Víctor Horacio Miranda, Ricardo Cullary, Martín Haffez, Jorge Salgado, Daniel Acevedo y Mario Gerardo Biasin.


Debutó “Palito” (tal como se lo conocía en la tribuna) en el Dragón, el 12/3/1977, en el encuentro jugado en el “Juan Pasquale”, en el cual el Deportivo Armenio, haciendo las veces de local, por la 3ª fecha del torneo de Primera “B”, derrotó (cuando no) a Defensores 3 a 1 (gol de penal convertido por Héctor Rodríguez, que puso en ventaja a la esa vez “visita”).
Formó esa tarde el equipo dirigido por Antonio Villamor, con Luis Kadijevic; Héctor Rodríguez y Héctor García; Omar Imaz, Juan José Tamburrino (último partido con la casaca roja y negra, tras casi 100 presencias) y Vicente Giardullo; Carlos Moral (luego Eduardo Gabriel Fernández), Jorge Gómez de Armas (luego José Balbuena), Gerardo Lucero, Jorge Brandoni (en un puesto diferente al que ocuparía en los sucesivo, aunque aquel en el cual lo hacía previamente en el conjunto de Agronomía) y Nicolás Gómez de Armas.

Arriba a la izquierda con el número 5.


Tras su debut, se afianzó en la posición de mediocampista central y participó de todos, los 32  encuentros disputados por Defensores hasta el final de la temporada, momento en el cual pasó fugazmente (entre los meses de Noviembre de 1977 y Enero de 1978) por All Boys, que por entonces disputaba el Torneo Nacional en la categoría superior.
Según su propio relato, en el ínterin, a punto estuvo de integrar el plantel de Huracán, pero una discrepancia entre los dirigentes de ambas instituciones, impidió la transferencia, cuando la misma parecía un hecho.
Su buen desempeño en la temporada 78 (comenzó la misma como titular, y se mantuvo como tal hasta el final de la misma), lo llevaron a integrar, durante los meses de agosto y setiembre, una exitosa Gira realizada por River Plate por el Viejo Continente (su imagen puede verse en la tapa de “El Gráfico”, con la casaca del Atlético de Madrid, junto al Trofeo “Villa de Madrid”, obtenido por el equipo “Millonario” en España). Brandoni, junto a Gerardo Caldas (1925, único con la casaca de Defensores), Alberto Evaristo (1928) y Antonio Báez (1962), serían así los jugadores que, perteneciendo a Defensores, fueron retratados en la tapa de esta revista deportiva.   


Tras volver a Defensores, donde jugó hasta el final de la temporada 1978, Brandoni pasó a desempeñarse en Ferro Carril Oeste (dirigido por entonces por Carmelo Faraone), donde actuó por varios años, más precisamente hasta 1986, y donde integró los equipos quizá más sobresalientes de la Historia de esta Institución.
Fue campeón de Primera División, de la mano del recordado Carlos Timoteo Griguol, a quien Brandoni reconoce como un verdadero Maestro, no sólo en el fútbol, sino en la vida. Su estilo de juego, influenciado por el Técnico, cambió por entonces, transformándose en un jugador con mayor marca (lo que llamamos hoy un 5 tapón), que jugaba entre los centrales del equipo verdolaga.
En opinión de Brandoni, las actuaciones cumplidas en Defensores durante el bienio 1977/78, fueron quizás las mejores de su carrera deportiva, y las que le valieron su paso al fútbol de la Primera División, donde cumpliera una destacada performance. Recuerda en su paso por Defensores a dos Preparadores Físicos de enorme prestigio, que acompañaron a Antonio Villamor: Claudio Von Foerster (1977) y Rodolfo Valgoni (1978).  
Tras actuar en Chaco For Ever (1986/87), regresó a Defensores para jugar la temporada 1987/88, en el torneo de la Primera "B", ahora llamada Metropolitana (y constituida en tercera categoría del fútbol argentino). Su último partido lo disputó frente a Almagro, el 20/2/1988, en lo que fue derrota en el Bajo Núñez por 3 a 1 (gol de Hugo Canteros, de tiro penal). En ese encuentro, fue expulsado a los 41’ del PT por el árbitro Miguel Angel Rodríguez, que tuvo un desempeño deplorable, según las crónicas periodísticas. 
Formó el local esa tarde, dirigido por el paraguayo Heriberto Correa (que dejó de ser el técnico tras ese encuentro, y fue reemplazado por la Subcomisión de Fútbol, hasta el final del torneo), con Héctor Cannataro; Fabián Anselmo y Carlos Schneider; Claudio Fraga, Jorge Brandoni y Luis De Luise; Adrián Fumaroni, Angel Ronci, Hugo Canteros, Fabián Castro (luego Cecconato) y Fernando Sánchez (luego Basualdo). 



En total, Jorge Brandoni disputó 79 partidos en el primer equipo de Defensores (60 de ellos durante las temporadas 1977/78), en los cuales se desempeñó casi exclusivamente como mediocampista central (junto a José Ricardo Balbuena y Eduardo Gabriel Fernández en 1977, y a Horacio Galbán y Alfonso Castellanos en la temporada siguiente). En 1987/88, lo acompañaron en la mitad de la cancha, Angel Ronci y Fabián Cecconato. En las dos primeras temporadas, Defensores cumplió muy buenas performances, ubicándose en el 4º lugar en 1977 y en el 5º en 1978, en ambos casos en la segunda categoría del fútbol argentino.
En su paso por Defensores marcó 7 goles: 6 en 1977 y 1 en 1978, quizá el más recordado de ellos a Tigre, en su cancha de Victoria, el cual produjo sobre el final del partido el empate definitivo en dos goles, tras ir en desventaja por dos a cero (había descontado previamente, de penal, el zaguero Héctor Rodríguez).
Entre los partidos recordados en los que participó Brandoni, se encuentra aquel triunfo, logrado el 21/2/1978, frente al luego campeón, Ferro Carril Oeste, que se definió sobre la hora con un gol de Moral, en al arco que da espaldas a la tribuna visitante. El encuentro había sido suspendido el sábado por la lluvia (único partido suspendido de la fecha), lo cual había generado controversias entre los dirigentes de ambos clubes.
En 1978, Brandoni fue protagonista, ante una multitud, del encuentro que inauguró en forma extraoficial la iluminación del Estadio Monumental, a posteriori Sede del Campeonato Mundial, en el cual el equipo local derrotó a Defensores 2 a 1. Como hecho anecdótico, según nos comenta, si bien el gol defensorista (convertido a los 15’ del segundo tiempo) fue concedido por el tablero electrónico y las crónicas disponibles, a Gerardo Lucero, el verdadero autor del mismo fue él.
En su segunda etapa en Defensores, tras casi una década de ausencia, Defensores cumplió una pobre campaña, y quizá el recuerdo más grato haya sido el triunfo catalogado por el diario “Crónica” como heroico contra Deportivo Morón. Por entonces (14/11/1987), el “Gallito” se hallaba posicionado en los primeros lugares, y fue derrotado 2 a 1 en el Bajo Núñez, jugando el local gran parte del encuentro con dos hombres menos, por las expulsiones de sus delanteros: Canteros (35’ del PT) y Fumaroni (25’ del ST). El gol del triunfo fue conseguido por Héctor Bordoni, a 10’ del final del partido.



Luego compartir numerosos recuerdos de su paso por Defensores, nos despedimos de Jorge Brandoni, haciéndole saber que Defensores no olvida a aquellos que defendieron sus colores, y con la esperanza que él no tampoco se olvide de nosotros.

Gentileza: Javier Bava autor del libro: Historia futbolística de Defensores de Belgrano.

martes, 8 de diciembre de 2015

Recordando a Juan Carlos Aguirre


A principios de los años 80, llegó a Defensores, proveniente de Platense (donde se inició en 1976 en sus inferiores y jugó 40 partidos en su primer equipo, entre 1978 y 1981), Juan Carlos Aguirre, quien se convertiría con el correr del tiempo en uno de los 30 jugadores con mayor cantidad de presencias en el primer equipo rojo y negro (con un total de 168), e igualmente en uno de sus 5 máximos artilleros históricos (detrás de Gerardo Caldas, Luis Estrella, Ricardo Galarza y Luis Francisco Ojeda), con 58 conquistas (0.34 gol/partido).  



Si bien su posición de referencia en la cancha era la de centrodelantero, ocupó cualquiera de los puestos del ataque, jugando igualmente por el centro y las puntas. Aguirre no era un delantero de punta típico del ascenso, y sí demostraba velocidad, capacidad como armador de juego (se hablaba entonces de un 9 tirado atrás), habilidad con el balón y sutileza en la definición. 
Debutó en Defensores oficialmente (lo había hecho previamente en un “amistoso” frente a Excursionistas, en La Pampa y Miñones) el 7/2/1982, cuando por la 1ª fecha del torneo de Primera “B” de ese año, en el “Juan Pasquale”, el local hizo de visitante frente a Deportivo Armenio (por entonces sin cancha).  El “local” se puso rápidamente en ventaja en el inicio y la estiró en el final de la primera etapa, dando la impresión que se cumpliría la ingrata tradición ya vigente en los enfrentamientos entre ambos rivales.  
En el complemento reaccionó la “visita” y sobre la media hora, en 5’, logró el empate, por intermedio Cáceres primero y luego de Aguire, al convertir un tiro penal (previamente, Luis Kadijevich, que debutaba esa tarde en Armenio junto a Gerardo Lucero, le había detenido uno al puntero izquierdo Iannuzzi).
Dirigido técnicamente por Don Victorio Spinetto, Defensores alineó esa tarde a Alfredo Anhielo; Domingo Ielamo (luego Luis Chammah) y Miguel Alalí; Claudio Fraga, Alfonso Castellanos y Eduardo Lagunas; Walter Cáceres, Marcelo Salzano, Juan Carlos Aguirre, Horacio Galbán y Antonio Iannuzzi.



Su último encuentro con la casaca roja y negra, tuvo lugar también en el Bajo Núñez, el 29/11/1986, por el torneo de la Primera “B” de 1986/87, ahora Metropolitana, en el triunfo del local frente a Atlanta por 3 a 0, precisamente con dos goles suyos (reaparecía tras una ausencia de 5 partidos) y el restante de Hugo Canteros.
Formó esa tarde el Dragón, dirigido técnicamente por la dupla Alfredo Anhielo – Domingo Ielamo, con Alfredo Anhielo (luego José Luis Rodríguez); Pedro de Jesús Barrios y Heriberto Correa; Claudio Fraga, Horacio Galbán y Eduardo Lagunas; Adrián Luna, Ricardo Gándaras (Claudio Lepera), Juan Carlos Aguirre, José Luis Varela y Hugo Canteros.
Tras el último gol (a los 26’ del segundo tiempo), increíblemente durante el festejo del mismo, Aguirre sufrió una seria lesión en una de sus rodillas, que lo mantuvo alejado varios meses de las canchas, y ya no volvería a actuar por Defensores.  Tiempo después, se incorporó a Lanús (donde actuó la temporada 1987/88), pasó por Deportivo Morón (1988/89), y con posterioridad por Defensa y Justicia (1989/90) y Estudiantes de Buenos Aires, equipo este último donde finalizó su carrera como futbolista. Mientras jugaba, en 1984, se recibió de Preparador Físico y posteriormente, de Director Técnico, trabajando actualmente en los Torneos de Fútbol Intercountries de la Zona Norte.  



Como vemos, Aguirre marcó goles, tanto en su debut como en su despedida de Defensores, además de hacerlo en todas, las 6 temporadas en las que vistió la casaca roja y negra. Fue goleador de Defensores en 1983, con 12 tantos, en un equipo dirigido por Carlos Pandolfi (en quien reconoce un DT muy trabajador) y repitió esta situación en 1985, anotando en 15 oportunidades. 
En 1984 y 1985, formó parte de dos recordados equipos  en la Historia de Defensores de Belgrano, los cuales estuvieron muy cerca de acceder a la Categoría Superior, en ambos casos, dirigido técnicamente por la dupla Jorge Busti – José Leonardi. En el primero de ellos alternó en la delantera con Walter Orestes Quiroga, el “Mingo” Cáceres y Walter René Fernández, y en el segundo, con el mismo Cáceres, Jorge Arnaldo Díaz y Néstor Cataldo.
Como hecho anecdótico, hacia 1984, mientras la Selección Nacional realizaba una Gira y el Torneo de Primera División se hallaba suspendido, en un programa de televisión que emitía el domingo por la noche los goles de los partidos de la fecha, fueron elegidos dos goles de Defensores convertidos por Aguirre (frente a Tigre, en Victoria, y Deportivo Morón, en el Bajo Núñez), en dos programas consecutivos, como los mejores de la jornada.  El gol frente a los de Victoria (1 a 0), lo convirtió con un tiro cruzado, tras una serie de toques con Quiroga y Cáceres, mientras que contra el “Gallito” (2 a 0) convirtió con un tiro de zurda, ante la salida de Juan Carlos Michelli, luego de superar a Rafael Alberto Luongo,  y tras una doble pared entre Cáceres y Arbelo, tal como son descritos en el diario “Crónica”. Demás está decir que ese Defensores se caracterizaba por practicar un fútbol vistoso, reconocido como tal por propios y extraños.
Sin embargo, uno de los goles más recordados (al menos por el autor de estas líneas), fue el que decretó el decisivo triunfo para la clasificación al Octogonal, frente a Talleres (acosado por el descenso), en Remedios de Escalada, el 10/11/1985, en el final del partido (se jugaba tiempo adicionado). Aguirre aprovechó en un contraataque un pase en profundidad, y tocó la pelota, que entró pidiendo permiso, ante la desesperada salida del arquero Adrián Roberto Méndez.  Defensores, en una tarde lluviosa, jugó gran parte del encuentro con un hombre menos, por la expulsión de Galbán en el primer tiempo.  
Otra circunstancia recordable, que lo tuvo como protagonista, fue el triunfo frente a Chacarita Juniors (2 a 1), en el Bajo Núñez, con dos penales dudosos sancionados por Juan Carlos Crespi, en el final del partido (perdía el local 1 a 0). Ambos fueron convertidos por Aguirre, y sufridos por la parcialidad “funebrera”, que a punto estuvo de invadir el campo de juego para hacer justicia por mano propia. Esa misma tarde, el 27/2/1982, jugó por última vez por Defensores (reemplazado por Ronci en el cuarto de hora del complemento), René Orlando Houseman.



Muchos otros recuerdos fueron saliendo a la luz durante la prolongada conversación, ya que Juancito (tal como aún lo recuerdan en el Club) fue partícipe durante 6 temporadas de numerosas jornadas memorables. No quedaron fuera de la charla, el empate contra Gimnasia en el Monumental, la levantada del 5 a 1 en Caseros frente al local, aquel triunfo sobre la hora en Escalada, y muchas otras, que en su momento nos emocionaron.
Llegó el momento del saludo final, y como de costumbre, nos despedimos de Juan Carlos Aguirre haciéndole saber, que Defensores de Belgrano no se olvida de aquellos que defendieron sus colores, y también con la esperanza, que igualmente él, no se olvide de nuestro querido Club.


Nota cortesía de Javier Bava, autor del libro "Historia futbolística de Defensores de Belgrano".

Recordando a Victorio Spinetto


Victorio Luis Spinetto ha sido una gloria del fútbol argentino, cuya trayectoria comenzó, como jugador, en el lejano amateurismo, y finalizó nada más y nada menos, que dirigiendo técnicamente al modesto Defensores de Belgrano.



Su nombre se halla ligado a Vélez Sarsfield, club donde transcurrió la mayor parte de su vida (debutó en Primera en 1932, procedente de Platense, donde había jugado la primera parte de esa temporada) y el que le debe, junto a Don José Amalfitani, mucha de su grandeza. Además fue jugador de Independiente, y DT de varios otros equipos, e inclusive de una Selección Nacional, campeona Sudamericana.
Llegó a Defensores de Belgrano con casi 70 años cumplidos (nació el 3/6/1911), ya comenzado el torneo de Primera División “B” de 1980, para reemplazar a José Bernabé Leonardi, que se encontraba cursando un post-operatorio.
Su debut como DT se produjo el 29/3/1980, cuando Defensores, que se ubicaba en el último lugar de la tabla de posiciones, derrotó en el Bajo Núñez a Los Andes 1 a 0, con gol del "Sordo" Néstor Díaz, al minuto del segundo tiempo. 
Formó esa tarde Defensores con Luis Kadijevic; Domingo Ielamo (luego Marcos Sandoval) y Oscar Montenegro; Omar Imaz, Néstor Oca y Vicente Giardullo; Walter Cáceres (luego Jorge García Melado), Horacio Félix Galbán, Néstor Díaz, Angel Ronci y Gerardo Lucero. Defensores finalizó ubicado en un honroso 8º lugar, lejos de ambos extremos de la tabla. 
A partir de allí, dirigió técnicamente a Defensores en 80 encuentros, durante los cuales, su gestión se caracterizó por promover al primer equipo, gran cantidad de elementos juveniles, provenientes de las Divisiones Inferiores, a las cuales se ocupaba de observar personalmente. Se lo solía ver, según testigos presenciales (y según refiere Claudio Fraga), como espectador de partidos de 8ª a 3ª División, vistiendo siempre de saco y corbata. 
Fue quien, sin lugar a dudas, de manera silenciosa, promovió a aquellos juveniles que conformaron el equipo de 1984, que cumpliera una brillante campaña y estuviera cerca de lograr el ascenso a Primera División, integrado por numerosos jugadores del club (Claudio Fraga, Pedro de Jesús Barrios, Eduardo Lagunas, Angel Ronci, Jorge Arbelo y Walter Cáceres, a quienes pueden sumarse Alfredo Anhielo y Horacio Galbán, también surgidos de las inferiores defensoristas, que ya jugaban desde tiempo atrás en el primer equipo).
También tuvieron su oportunidad, de la mano de Don Victorio, Marcelo Salzano (jugó cerca de 100 partidos en Defensores), Norberto Schiapacase, Marcos Sandoval, Sergio Del Castillo, Carlos Alberto Cortez, y otros juveniles. 
Fue sin lugar a dudas un “Maestro” en la enseñanza del fútbol, pero también para muchos de los juveniles un “Padre”, que por su hombría de bien, siempre los aconsejó de buena manera. Su trato respetuoso hacia los jugadores (siempre de “Ud”) y sus consejos, lo han hecho inolvidable para muchos de sus dirigidos.   
El último encuentro que dirigió técnicamente a Defensores, tuvo lugar en Santa Fé, el 6/3/1982, en lo que fue una catastrófica goleada frente a Colón, por 7 a 2 (goles de Cáceres y Beltrán). Esa tarde, el Dragón alistó a Alfredo Anhielo; Domingo Ielamo y Marcelo Salzano; Claudio Fernando Fraga (luego Juan Carlos Aguirre), Alfonso David Castellanos y Eduardo Lagunas (luego Vicente Giardullo); Walter Domingo Cáceres, Luis Chammah, Marcelino Britapaja, Alberto Beltrán y Angel Ronci. Su carrera en el fútbol había tocado a su fin, quizá en la forma menos deseada.
Falleció el 28/8/1990, habiendo dejado todo un legado dentro del fútbol. Fue en la cancha un centre half a la antigua. Con presencia y temperamento. Un verdadero estratega. Fuera de la cancha, fue un docente como pocos.

Para Defensores, el último lugar donde ejerció profesionalmente, fue maestro y formador de numerosos jugadores, a los cuales llevó a su primer equipo. Con las disculpas del caso, mucho tiempo después de su partida a la “Tribuna de arriba”, Defensores de Belgrano le rinde este pequeño, sentido y merecido homenaje. 

Nota gentileza de Javier Bava, autor del libro "Historia Futbolística de Defensores de Belgrano".

sábado, 21 de noviembre de 2015

Recordando a Eduardo Saliadarré

Eduardo Mario Saliadarré  fue el primer futbolista que después de jugar en Defensores de Belgrano, participó en la Liga 1 de Francia

Eduardo Saliadarre nació el 14 de enero de 1935 en Rosario, ciudad donde comenzó a jugar al fútbol.  Su primer club fue Evita Estrella de la Mañana o como se lo conoce Morning Star. Este conjunto se destacó durante los Torneos Evita compitiendo contra combinados de Buenos Aires y de otras provincias.
En Morning, Saliadarre comparte club con otro defensorista Matías Orlando Cardoso también delantero y que antes de llegar al Bajo fueron compañeros en Rosario Central entre 1954 y 1955.
Para 1958 Saliadarre llega a Defensores de Belgrano, equipo con el que logra salir Campeón del torneo de Primera C con mucha brillantes y holgura en la delantera que señala 93 goles en 24 partidos.  (Record en la historia del dragón).
Si bien jugó la mitad de los partidos de aquel año, para 1960 se produce su llegada al fútbol Francés.
Juega en Primera División de la Liga francesa para el Stade France durante dos temporadas y después pasa al Forbach de la segunda división donde tuvo mayor continuidad.  Para 1966 juega en  CSL Dijon equipo de la Tercera División francesa.

En Stade France jugó 7 partidos entre 1960 y 1962.

En US Forbach jugó durante 4 temporadas
67 partidos y 11 goles en total.

Febrero de 1966 CSL Dijon en el ascenso Francés.


jueves, 19 de noviembre de 2015

Recordando a Eduardo Lagunas

Por Javier Bava



La Plaza de Honduras y Serrano (en un principio llamada Juan José Paso y actualmente Pablo Cortázar) fue el sitio de encuentro con aquel zaguero central que defendiera los colores de Defensores de Belgrano en los años 80. Ese mismo lugar donde muchos años antes, ambos jugábamos a la pelota con los amigos del Barrio, cuando por la tarde, la feria se transformaba momentáneamente en cancha de fútbol. Fue ese viejo Palermo (del cual ya queda en pie muy poco), el lugar donde nuestro entrevistado transitó, al igual que yo, sus años de juventud.
La pasión por el fútbol llevó a Eduardo Lagunas a probarse en 1979 en Defensores, donde quedó fichado para integrar la 6ª División y seguir así su carrera, jugando en el puesto de mediocampista. Según nos comenta, fue un hecho fortuito (una lesión de Pedro Barrios, durante un entrenamiento) el que lo ubicó como segundo zaguero central, puesto en el cual se destacaría en lo sucesivo. 
Poco tiempo después, casi dos años, debutó en el primer equipo de Defensores de Belgrano, más precisamente el 16/5/1981, cuando en el “Juan Pasquale”, el local igualó en dos goles (ambos de Oscar Mas, de tiro penal) con Villa Dalmine.
En la oportunidad, Don Victorio Spinetto ordenó su ingreso a los 30’ del ST, en lugar de Alfonso David Castellanos, aquel recordado mediocampista de fines de los 70 y principios de los 80, que acompañara a Horacio “Banana” Galbán y Néstor Oca. Previamente, en 1980, había integrado el banco de suplentes en dos oportunidades, frente a Los Andes y Sp. Italiano, en ambas, como visitante.
Defensores formó la tarde del debut con Luis Kadijevic; Domingo Ielamo y Pedro Barrios; Claudio Fraga, Alfonso Castellanos y Vicente Giardullo; Jorge García Melado, Néstor Oca, Gerardo Lucero, Norberto Schiapacase y Oscar Mas.
Durante la temporada de 1981, ocupó el banco de suplente varias veces, hasta que en las últimas 5 fechas alcanzó la titularidad, la cual mantuvo durante el torneo siguiente, al reemplazar a Vicente Giardullo, que se encontraba lesionado.


A partir de allí, Lagunas vistió en 200 partidos oficiales (7 temporadas) la casaca roja y negra, transformándose en uno de los 20 jugadores con mayor cantidad de presencias en el primer equipo en toda la Historia de Defensores de Belgrano.
Formó parte de aquel equipo que en 1982, que de la mano de Carlos Pandolfi, estuvo a un paso de clasificar para jugar por el ascenso; de aquel otro que, dirigido por la dupla Jorge Busti – José Leonardi, en 1984, estuvo a un paso de acceder a la categoría superior, y también, del que al año siguiente, fue eliminado en los cuartos de final del Reducido, en el último minuto, por San Miguel, en la cancha de Atlanta.
Respecto de estos dos últimos conjuntos, recuerda afectuosamente al Profesor Miguel Angel Micó (formó parte del cuerpo técnico en 1984), así como también realza, del equipo de 1985, la figura del “Toro” Rafael Zuviría, como líder del grupo humano y excelente persona. 



Recuerda de manera especial como “el partido”, vistiendo la casaca de Defensores, al empate frente a Gimnasia LP, en el Monumental, por las semifinales del Reducido de 1984, por el ascenso. Defensores, con un hombre menos por la temprana expulsión de Oscar Ledesma, perdiendo 2 a 0 muy cerca del final, logró el empate sobre la hora, con un gol de penal de Heriberto Correa y otro de Angel Ronci, que nos hizo estremecer como pocas veces.  Igualmente, para él es inolvidable aquel 5 a 5, en Caseros, el 27/9/1986, tras ir en desventaja frente  al local por 5 a 1, y que de haber proseguido el partido unos minutos más, Defensores seguramente lo ganaba.
Se despidió de Defensores como futbolista en la última fecha de la temporada 1986/87, más precisamente el 18/4/1987, en Gerli, enfrentando al local, El Porvenir, en lo que fue empate también en dos goles (ambos de Claudio Lepera para Defensores).
Esa tarde, el equipo de Núñez, dirigido por Luis Soler, alistó a Héctor Cannataro; Pablo Centrone y Carlos Schneider; Ricardo Gándaras, Sergio Carosino y Eduardo Lagunas; Jorge Rossi, Rubén Fernando Sánchez, Hugo Cantero, Claudio Lepera y Alejandro Boratto. Fue cedido a préstamo la temporada siguiente a Quilmes y luego quedó en libertad de acción, al no enviársele el correspondiente telegrama de renovación de contrato.
Lagunas se desempeñaba como segundo marcador central, era fuerte en la marca, con buen juego aéreo en ambas áreas y algunos goles en su haber. Usó la emblemática casaca Nº 6 de Defensores, aquella que vistieron previamente Rodolfo Chiti y Vicente Giardullo, quienes junto a él jugaron cerca de 1.000 encuentros oficiales entre 1952 y 1987 (o sea 35 años).


Hace mención de varios Directores Técnicos en su paso por Defensores, destacando entre ellos a Luis Soler, como uno que le enseñó mucho desde el punto de vista profesional. También destaca a Carlos Pandolfi y a Jorge Busti, que lo dirigieron en dos buenas campañas en 1982 y 1984-85, respectivamente. Como era de esperar, también tiene un lugar entre sus afectos para Don Victorio Spinetto, quien lo hizo debutar en Primera y de quien reconoce sus dotes de “Maestro”.
Tras su paso por Defensores, defendió los colores de Quilmes (1987/88), Tigre (1988/89) y Deportivo Morón (1989/91, logró el ascenso a la Primera “B” Metropolitana) y Talleres de Escalada (1991/95). 
Con el tiempo regresó a Defensores, ya como DT, en compañía de Jorge Busti, para dirigir a un Defensores que cumplió una brillante campaña en el torneo de Primera “B” Metropolitana 2005/06, que no culminó con el ascenso, de manera inexplicable. La temporada siguiente, los resultados no lo acompañaron, y dejó el equipo que dirigía junto a Pedro Barrios, que pasó a ser dirigido por Guillermo Aldaz.

 Terminada la charla, nos despedimos de Eduardo Lagunas, caminando por las mismas calles que nos vieron transitar varias décadas atrás, y donde transcurrió nuestra juventud. Como siempre, nos vamos con la esperanza que recuerde que Defensores no se olvida de quienes defendieron sus colores, así como que no olvide esos colores, que lo vieron nacer como futbolista.

domingo, 15 de noviembre de 2015

El Plantel en números


Tras obtener el tercer lugar en la clasificación del torneo de Primera B Metropolitana, repasamos los partidos y los goles del plantel Defensorista a lo largo de la temporada.

Albano Anconetani 42 partidos jugados, recibió 24 goles. Valla invicta en 24 partidos.
Cristian Moyano  1 partido jugado por Copa Argentina.


Maximiliano Serrano 42 partidos.
Miguel Barbieri 40 partidos, 4 goles.
Luciano Goux 36 partidos, 4 goles.
Alan Giménez 31 partidos.
Cristian Quiñonez 22 partidos.
Martin Iglesias 19 partidos.
Matias Italiani 19 partidos, 1 gol.
Ariel Groothuis 2 partidos.
Matias Zacarias 1 partido.  


Fernando Enrique 42 partidos, 5 goles.
Juan Manuel Sosa 38 partidos.
Nahuel Fioretto 33 partidos, 7 goles.
Leonardo Baima 28 partidos, 3 goles.
Dario Salina 21 partidos, 2 goles.
Cristian Vergara 15 partidos, 2 goles.
Ivan Vera 1 partido.


Lucas Buono 42 partidos, 8 goles.
Jorge Chiquilito 32 partidos, 3 goles.
Ezequiel Aguirre 29 partidos, 2 goles.
Diego Gamarra 21 partidos.
Federico Amaya 13 partidos, 1 gol.
Gonzalo Gil 10 partidos, 1 gol.
Ariel Rojas 6 partidos.


Integraron el banco de suplentes

Cristian Cottone
Emanuel Cruz
Franco Di Benedetto
Maximiliano Bonanno
Ivan Zafarana
Leandro Ciccolini

Rodolfo Della Picca paso los 200 partidos como DT
en Defensores de Belgrano.

Recordando a Omar Orlando Imaz

Imaz llegó a las inferiores de Defensores de Belgrano, dirigidas por entonces por el legendario “Chele” José Arce Gómez, proveniente de las divisiones menores de Vélez.  Corría el año 1975, y el 14/8, a raíz de una huelga de jugadores profesionales, integró el primer equipo defensorista (constituido en su totalidad por juveniles, al igual que su adversario) que cayó en Núñez con Comunicaciones, 2 a 0.


Integraban ese equipo juvenil de Defensores, entre otros, además de Omar Imaz, el volante Jorge Gómez de Armas (ya había integrado el primer equipo), el arquero, Pablo Cribiglione, Adrián Rosenthal, quienes llegaron a jugar en el primer equipo de Defensores en el futuro, con diferente suceso.
Un año más tarde, el 15/5/1976, luego de una operación de meniscos, tras integrar durante 3 encuentros consecutivos el banco de suplentes y coincidiendo con la llegada como DT de Albino Pascual Valentini (que reemplazó en ese puesto al “Yaya” Juan José Rodríguez en la 14ª fecha), volvió a integrar el primer equipo frente al por entonces puntero, Lanús, en su vieja cancha con tribunas de madera ubicada en General Acha y Arias, en lo que fue derrota, por 1 a 0.
Jugaron por Defensores esa tarde Héctor Daniel Ferro; Roberto Seuve y Omar Orlando Imaz; Roberto Hugo Morcillo, Miguel Tau y Vicente Giardullo; José Ricardo Balbuena, Oscar Guillermo Castro de los Santos (luego Juan Carlos Pachecho), Roberto Néstor Díaz, Eduardo Gabriel Fernández y Nicolás Gómez de Armas.
Defensores salvó esa temporada milagrosamente la categoría (un gol sobre la hora, de un jugador de otro equipo, convertido en otra cancha) y Omar Imaz fue titular en los 5 partidos de las instancias decisivas del Torneo de Reclasificación.


En 1977, realizó Defensores una gran campaña, de la mano de Antonio Villamor, finalizando en los primeros puestos, e Imaz compartió su lugar con su cuñado Raúl Marcollese, como marcador de punta derecho. Ya en 1978, se adueñó del puesto y jugó la mayor parte de los encuentros, en lo que fue nuevamente una buena campaña, que ubicó a Defensores en los primeros puestos.
Su buen rendimiento lo llevó a pasar a Tigre (llevado por Antonio Villamor), equipo que esa temporada ganó el ascenso a Primera División, aunque no pudo dar la vuelta olímpica en el Bajo Núñez. Imaz no enfrentó en ninguno de los encuentros a Defensores, aunque fue suplente en el partido disputado en Victoria y para la revancha en el Pasquale estaba suspendido por una expulsión una fecha antes.
Retornó la temporada siguiente a Defensores, donde fue titular en el equipo dirigido primeramente por José Bernabé Leonardi (a quien Imaz recuerda como uno de los mejores en su puesto) y luego por Don Victorio Spinetto, en quien reconoce como un referente en la dirección técnica.
En 1981, producto de una lesión (desgarro) que no se resolvió debidamente, dejó muy tempranamente la práctica del fútbol (con tan solo 24 años), habiendo disputado cerca de 100 encuentros en el primer equipo defensorista. El último de ellos en el “Juan Pasquale”, el 11/4/1981, frente a Gimnasia, partido en el cual fue reemplazado por Claudio Fraga, a los 20’ del primer tiempo.

Omar Imaz y Oscar Más.

Formó esa tarde Defensores con Luis Kadijevic; Domingo Ielamo y Oscar Montenegro; Omar Imaz, Alfonso David Castellanos y Vicente Giardullo; Jorge Alberto García Melado, Néstor José Oca, Gerardo Antonio Lucero, Horacio Féliz Galbán y Oscar “Pinino” Mas. Como hecho anecdótico, en ese encuentro se lesionaron los dos marcadores de punta de Defensores, que fueron reemplazados por Claudio Fraga y Pedro de Jesús Barrios.
La lesión se tornó crónica (continuas infiltraciones y el hecho de jugar en condiciones de inferioridad obraron en contra), lo que obligó a intervenirla quirúrgicamente. A pesar de su enorme voluntad por jugar, Imaz se vio en la necesidad de abandonar la práctica del fútbol profesional a muy temprana edad.
Actualmente, Omar Orlando Imaz vive en la localidad de Orihuela, provincia de Alicante, comunidad Valenciana (España), donde hasta hace poco era dueño de un Bar de Tapas, llamado “Lo del Pibe”, en una de cuyas paredes luce orgullosa la casaca roja y negra, así como el escudo con los colores del Club.



Gracias por recordarnos, Omar. Podés estar seguro que Defensores no se olvida de aquellos que defendieron sus colores. Hasta cualquier momento.


Nota: Javier Bava autor del libro: Historia Futbolística de Defensores de Belgrano.


sábado, 7 de noviembre de 2015

Recordando a Claudio Fernando Fraga

Corría el año 1976, cuando Claudio llegó a las Inferiores de Defensores con sólo 15 años, para alistarse en la 8ª División. Por lo general, su puesto en la cancha era como mediocampista (posición en la cual lo hemos visto por entonces en los preliminares), a las órdenes del recordado José Arce Gómez.


Su debut en el primer equipo, se produjo el 7/3/1981, por la 3ª fecha del torneo de Primera “B” frente a Tigre, en Victoria (1 a 1, gol de Néstor Oca sobre el final del encuentro), cuando ingresó en el complemento en reemplazo de Marcelo Salzano. Ya en la fecha anterior, había integrado el banco de suplentes en la derrota frente a Quilmes (4 a 1), en el Bajo Núñez.
Era DT, por entonces, Don Victorio Luis Spinetto, quien tenía predilección por mechar el primer equipo con elementos juveniles, muchos de los cuales, llegaron con el tiempo, a ser figuras en team defensorista.
Formó esa tarde Defensores con Luis Kadijevic; Domingo Ielamo y Oscar Montenegro; Marcelo Salzano (luego Claudio Fraga), Alfonso Castellanos y Vicente Giardullo; Jorge García Melado, Néstor Oca, Gerardo Lucero, Horacio Galbán y Oscar Mas.
A partir de aquí, jugó Fraga durante 10 temporadas consecutivas, 6 de ellas en Primera “B” y 4 en la Primera “B” Metropolitana, un total de 203 partidos en el primer equipo. Es uno de los 15 jugadores con mayor cantidad de presencias en la centenaria Historia de Defensores, con un partido menos que Alfredo Anhielo, dos más que Pablo Batallini y tres que Eduardo Lagunas.

1982. Lagunas,  Chammah y Fraga ante San Lorenzo.

Atravesó épocas buenas y malas, y jugó el último encuentro con la casaca del Dragón, el 20/1/1990, frente a All Boys, en Floresta, 1 a 1, con gol del brasileño Reginaldo de Souza Gomes. Era DT Jorge Ricardo Busti, en una temporada en la cual, Defensores perdió la categoría.
Esa tarde, Defensores presentó a Fernando Lattanzi, Gualberto Britez y Manuel Herrera; Claudio Fraga, Reginaldo de Souza Gomes y Alberto Ramón Córdoba; Claudio Nigretti, Jorge Giles, Marcelo Vázquez, Héctor Rivoira y Fabio Sánchez.
Luego, una lesión le impidió jugar hasta el final del torneo, poniendo fin a su carrera como futbolista, a pesar de su intención de recuperarse para estar presente en las instancias finales.
Fue marcador de punta, preferentemente derecho (ocasionalmente se ubicó sin problemas en el otro lateral), recio y con gran temperamento. Un típico jugador hecho en las lides del ascenso, con gran entrega, de los que hacía sentir la marca a los punteros rivales. A decir de Don Victorio, tenía “el fuego sagrado”, aquel que caracterizó a Spinetto a lo largo de su carrera. Como le confesara alguna vez Jorge Busti: “un jugador hecho para las paradas difíciles”.


Formó parte de uno de los equipos más destacados (además de grupo humano excepcional) en la Historia de Defensores, aquel de 1984, que estuvo muy cerca de lograr el ascenso a la Categoría Superior. Recuerda Fraga que uno de sus mejores partidos lo disputó en La Plata (12/12/1984), en aquella semifinal del Octogonal, frente al “Lobo platense”, en una cancha repleta de público como pocas veces, y donde la hinchada local se hizo sentir.
El hoy arquitecto, nos comenta que durante el desarrollo del Torneo Octogonal de ese año, debía rendir la última de las materias de su carrera, y debió realizar la presentación correspondiente encerrado (en la concentración) “en un cuarto, con tablero lámpara y regla paralela”, dibujando al “Ratón” José Leonardi y a Jorge Busti, dupla técnica de ese equipo, la cancha y el posicionamiento de los adversarios en la misma.
Es de destacar la admiración de nuestro entrevistado por un grande del fútbol argentino, quien quizá no ha tenido de parte de nuestro Club el merecido reconocimiento: Victorio Spinetto. Fue él quien promovió a Fraga al primer equipo, así como a muchos de aquellos jugadores que integraron el recordado equipo de 1984.
Nos comenta Claudio, que Don Victorio, en lo que sería el último escalón de su extenso paso por el fútbol, se ocupaba de ir a ver personalmente (siempre de saco y corbata), a todas las inferiores del club, para observar a los futuros cracks.


Durante la conversación, Claudio destacó los nombres de otros grandes que vistieron nuestra divisa: Vicente Giardullo, Jorge Busti y el “Toro” Rafael Zuviría. Igualmente, recordó la calidad futbolística de Horacio “Banana” Galbán, así como a sus compañeros Eduardo Lagunas y Luis Nucara (hoy preparador físico de quien también jugara y dirigiera a Defensores: Ricardo Caruso Lombardi).
Hoy, con 54 primaveras en su haber (además de una familia numerosa, con 6 hijos), sigue jugando al fútbol, al que considera su gran pasión.

Dejamos atrás el estudio del Arquitecto Claudio Fraga, como siempre, con la esperanza que tenga claro que Defensores no se olvida de quienes han formado parte de su Historia, y a su vez con la intención que él no se olvide de los colores, que supo defender con tanta pasión y cariño.

martes, 27 de octubre de 2015

Recordando a Reinaldo Borlenghi

Por Javier Bava.

Volvimos a viajar al Tigre con Matías, para entrevistar esta vez a una gloria de Defensores de Belgrano, que vistiera sus colores a fines de la década de 1950 y principios de 1960. Embargados de emoción, fuimos recibidos por el crack y su familia (a los que se sumó luego Ernesto Camino, vecino de la zona), y conversamos largamente.
 Reinaldo José Borlenghi llegó a Defensores de Belgrano en 1958, proveniente de las filas de Acassuso, donde integraba la línea media, junto a Eduardo Mónaco, para cubrir el puesto de centrehalf, que ocupara en la temporada 1957, Pedro Dziegul (junto a José Villar y Rodolfo Chiti).
 Defensores había estado cerca del ascenso en la temporada anterior, y se reforzó convenientemente para lograr el complicado torneo de Primera "C", donde debió competir en una lucha vibrante, con Argentino de Quilmes.



A pesar de no haberlo visto en la cancha, no fue difícil reconocer el perfil de jugador de Borlenghi. Según el mismo refiere “siempre jugó de centrehalf” (algo así como el patrón del medio de la cancha) y según la opinión de Ernesto Camino (recordado zaguero en los años 60 y 70, que seguía a Defensores en su juventud), “era el Mascherano de Defensores”, lo que indica de alguna manera cual era su temperamento y su forma de jugar. “Siempre dejè todo en la cancha”, nos dice Borlenghi, quien explicó detalladamente la forma de jugar de aquella famosa línea media que formaba junto a Mónaco y Chiti, y la ubicación de cada uno de sus componentes, a la hora de atacar y de defender.
 Debutó en Defensores el 5/4/1958, en Núñez, en el encuentro por la 1ª fecha del Torneo de Segunda de Ascenso (hoy Primera División “C”), en el cual el local derrotó a su similar de Liniers por 5 a 1, con 4 goles de Luis Ojeda y el restante de Pedro Dziegul.


Entrenando en el Pasquale. Borlenghi entre Mónaco y Chiti.

Jugaron esa tarde por Defensores, dirigido técnicamente por Ricardo José Gregorio “Nito” Chané,  Héctor Dusio; Herminio Verna y Esteban Lebán; Pedro Dziegul, Reinaldo José Borlenghi y Rodolfo César Chiti; José Néstor Vitaldi, Luis Francisco Ojeda, Matías Cardozo, Audinio Padrón e Ramón Angel Hidalgo.
 Según nos comenta Borlenghi, por ese entonces, “Nito” Chane (prestigioso DT), daba antes de cada partido una breve explicación sobre la táctica a emplear: “Ustedes saben lo que tienen que hacer” les decía, y agregaba “un beso a cada uno de sus jugadores”. Es de suponer que cada uno de estos últimos obedecían lo entrenado en la semana, ya que conformaron el equipo más productivo de la historia de Defensores.
 Participó del primer equipo defensorista en 91 oportunidades, entre las temporadas de 1958 y 1960, luego de las cuales, partió para incorporarse a Platense, equipo contra el cual vistió por última vez la casaca roja y negra, más precisamente por la última fecha del Torneo de Primera "B" de 1960, el 4/12/1960.

Borlenghi arriba junto a Chiti y Mónaco.

Se jugó ese encuentro en el “Juan Pasquale” y ganó el local (que perdía 1 a 0, con gol de David Carmelo Iñigo) 3 a 1, con goles de Guillermo Linares, Luis Ojeda y Rodolfo Villalba. Defensores formó esa tarde con Héctor Dusio; Herminio Verna y Osvaldo Domínguez; Eduardo Mónaco, Reinaldo Borlenghi y Rodolfo Chiti; Rodolfo Villalba, Guillermo Linares, Jorge Martín, Luis Francisco Ojeda y Ramón Alegre. 
 Tras un breve pasó por Platense, donde el DT, Angel Labruna pretendía “hacerlo jugar de una forma que él no quería, muy diferente a aquella que desarrollaba en Defensores”, fue a Talleres de Remedios de Escalada, para luego de un frustrado retorno a Defensores, dejar la práctica activa del fútbol.
 Conformó, junto a Mónaco y Chiti, una línea media (diría Horacio Araujo, viejo hincha defensorirsta, que en algún momento fue denominada por el periodismo como "línea y media") muy reconocida por entonces, no sólo por aquellos que seguían el fútbol de ascenso, sino por el público futbolero en general, que la repetía “de memoria”. A diferencia de sus dos laderos, no se hizo presente en las redes adversarias durante su paso por Defensores.
 Teniendo en cuenta sus cualidades futbolísticas, fueron varios los clubes de Primera que lo pretendieron, entre ellos Argentinos Juniors. y Huracán, además de la posibilidad de viajar a Colombia. Inclusive, en una oportunidad, los calamares, dispuestos a formar un poderoso team quisieron llevar a sus filas a los 3 jugadores de la línea media defensorista, por la que estaban dispuestos a desembolsar un millón de pesos. 
 Seguramente, sintió Defensores la partida de Borlenghi (reemplazado por el juvenil Abel Varas, proveniente de las Inferiores de River), ya que en 1961, perdió la categoría, a la que recién pudo regresar en 1964, tras una reestructuración.

Ernesto Camino y Reinaldo Borlenghi.

Nos despedimos de Reinaldo Borlenghi y de su familia, como siempre, a la espera que sepa que Defensores no se olvida de aquellos que vistieron sus colores, y con la intención que él no se olvide de los colores que tan bien supo defender como futbolista.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Recordamos a Ernesto Camino

Al igual que otros referentes históricos del Club, Ernesto Constantino Camino (conocido por los defensoristas de aquellos tiempos como “Pirulo”, sobrenombre que no proviene del ámbito futbolístico, sino de su Abuela), surgió de sus divisiones inferiores.

Vivió gran parte de su vida en el Barrio de Núñez, jugó en sus potreros los primeros partidos en los equipos del Barrio, y desde allí dio el salto a la Sexta División, donde ingresó en 1958, de la mano de José “Chele” Arce Gómez, para llegar en algunos años al primer equipo.
Su debut tuvo lugar en Rosario, frente al local, Tiro Federal, por el Torneo de Primera “C”, el 25/8/1962, con tan solo 17 años, cuando fue de paseo a esa ciudad, para acompañar al equipo, y ante la indisposición de Raúl Turcato, Antonio Báez, entonces DT, le comunicó que esa tarde, jugaría en Primera. El resultado del encuentro fue 1 a 1, el gol de la visita lo marcó Pedro Oscar Rivero y Defensores alistó a González; Mieres y Camino; Caruso, Tedesco y O. Domínguez; Rivero, Zuñiga, Colucci, J. C. Pizarro y Pirro.


Meses después (15/12/1962), "Pirulo", volvió a participar en el primer equipo, esta vez en el último encuentro del Torneo de Primera "C", disputado en la vieja cancha de Platense, frente al ya consagrado campeón, Sportivo Italiano, para convertir su primer tanto con la casaca roja y negra, de penal, a los 38’ del ST. A partir de aquí, se ganó el puesto de zaguero central, que ocupó durante 10 temporadas consecutivas.
Jugó por última vez con la casaca roja y negra, el 30/10/1971, por el Torneo de Primera “B”, en lo que fue la derrota frente a Comunicaciones 3 a 0, en el Bajo Núñez, la cual prácticamente decretaba el descenso del Dragón. Jugaron por Defensores esa tarde, bajo la dirección técnica de Antonio D’accorso: Sambucetti; Camino y Bonnia (Gigli); Gianetti, Acosta y Giardullo; Bruni, Redondo, Dubanced, E. E. Fernández (lYanello) y Griecco.
Luego se produjo una huelga de profesionales, y Camino, capitán del equipo, dejó Defensores para alistarse en Excursionistas, donde jugó una veintena de partidos, dirigido entre otros, por Angel Labruna. Posteriormente, tras un breve y frustrado paso por Colegiales, abandonó la práctica activa del fútbol.
Habían quedado en el camino, 285 partidos oficiales en la Primera División defensorista, que lo convirtieron en uno de los 10 jugadores con mayor cantidad de presencias en su primer equipo, en su centenaria historia.


Según sus propias palabras, no tuvo lesiones de importancia en su carrera, y sus ausencias se debieron más que nada a suspensiones, producto de expulsiones (tuvo asistencia perfecta en las temporadas de 1967 y 1969, y sólo se ausentó un partido en 1970).
Zaguero rudo en la marca (de aquellos que imponían respeto a los delanteros adversarios), sacador, con temperamento, de buen juego aéreo, era dueño de un fuerte remate con pelota parada, motivo por el cual era el encargado de ejecutar tiros libres y penales. Si bien fue admirador de Alfredo Pérez, por su juego atildado, reconocía en Rubén Marino Navarro, un estilo de juego necesario (agrego que, sobre todo en el ascenso).   
Consiguió en su paso por Defensores 46 goles, los cuales lo transformaron en el defensor rojinegro con mayor efectividad en las redes adversarias, además de ser uno de los 10 goleadores históricos del Club. Fue goleador del equipo en 1964, con 7 tantos, y convirtió goles en 9 de las 10 temporadas en las cuales participó del primer equipo (sólo estuvo ausente entre los goleadores en 1967). En 1966 marcó 10 goles, dos menos que los goleadores de Defensores: Ramón Ramayo, Roberto Parodi y Roberto Fumagalli.
Tuvo también el halago de integrar en 1967, como titular, el equipo campeón de Primera “B” y jugar los 18 partidos en Primera División, correspondientes al Torneo de Reclasificación. Sus buenas performances, lo llevaron, en los inicios de 1968, a integrar,  junto a otros dos defensoristas, Jorge Busti y Juan Carlos Marenda, la Selección de Primera “B” que realizó una Gira por Brasil.




Hoy, a más de 50 años de su debut en Primera, recordamos a "Pirulo", con su peinado engominado y su casaca con el Nº 2 (alguna vez con el 3, por una moda pasajera) en la espalda, paseando su juego por el césped del "Juan Pasquale". Como siempre, le decimos, que Defensores no olvida a quienes defendieron sus colores, en la espera que ellos, tampoco olviden a Defensores.

Nota Gentileza de Amadeo Javier Bava.