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jueves, 19 de noviembre de 2015

Recordando a Eduardo Lagunas

Por Javier Bava



La Plaza de Honduras y Serrano (en un principio llamada Juan José Paso y actualmente Pablo Cortázar) fue el sitio de encuentro con aquel zaguero central que defendiera los colores de Defensores de Belgrano en los años 80. Ese mismo lugar donde muchos años antes, ambos jugábamos a la pelota con los amigos del Barrio, cuando por la tarde, la feria se transformaba momentáneamente en cancha de fútbol. Fue ese viejo Palermo (del cual ya queda en pie muy poco), el lugar donde nuestro entrevistado transitó, al igual que yo, sus años de juventud.
La pasión por el fútbol llevó a Eduardo Lagunas a probarse en 1979 en Defensores, donde quedó fichado para integrar la 6ª División y seguir así su carrera, jugando en el puesto de mediocampista. Según nos comenta, fue un hecho fortuito (una lesión de Pedro Barrios, durante un entrenamiento) el que lo ubicó como segundo zaguero central, puesto en el cual se destacaría en lo sucesivo. 
Poco tiempo después, casi dos años, debutó en el primer equipo de Defensores de Belgrano, más precisamente el 16/5/1981, cuando en el “Juan Pasquale”, el local igualó en dos goles (ambos de Oscar Mas, de tiro penal) con Villa Dalmine.
En la oportunidad, Don Victorio Spinetto ordenó su ingreso a los 30’ del ST, en lugar de Alfonso David Castellanos, aquel recordado mediocampista de fines de los 70 y principios de los 80, que acompañara a Horacio “Banana” Galbán y Néstor Oca. Previamente, en 1980, había integrado el banco de suplentes en dos oportunidades, frente a Los Andes y Sp. Italiano, en ambas, como visitante.
Defensores formó la tarde del debut con Luis Kadijevic; Domingo Ielamo y Pedro Barrios; Claudio Fraga, Alfonso Castellanos y Vicente Giardullo; Jorge García Melado, Néstor Oca, Gerardo Lucero, Norberto Schiapacase y Oscar Mas.
Durante la temporada de 1981, ocupó el banco de suplente varias veces, hasta que en las últimas 5 fechas alcanzó la titularidad, la cual mantuvo durante el torneo siguiente, al reemplazar a Vicente Giardullo, que se encontraba lesionado.


A partir de allí, Lagunas vistió en 200 partidos oficiales (7 temporadas) la casaca roja y negra, transformándose en uno de los 20 jugadores con mayor cantidad de presencias en el primer equipo en toda la Historia de Defensores de Belgrano.
Formó parte de aquel equipo que en 1982, que de la mano de Carlos Pandolfi, estuvo a un paso de clasificar para jugar por el ascenso; de aquel otro que, dirigido por la dupla Jorge Busti – José Leonardi, en 1984, estuvo a un paso de acceder a la categoría superior, y también, del que al año siguiente, fue eliminado en los cuartos de final del Reducido, en el último minuto, por San Miguel, en la cancha de Atlanta.
Respecto de estos dos últimos conjuntos, recuerda afectuosamente al Profesor Miguel Angel Micó (formó parte del cuerpo técnico en 1984), así como también realza, del equipo de 1985, la figura del “Toro” Rafael Zuviría, como líder del grupo humano y excelente persona. 



Recuerda de manera especial como “el partido”, vistiendo la casaca de Defensores, al empate frente a Gimnasia LP, en el Monumental, por las semifinales del Reducido de 1984, por el ascenso. Defensores, con un hombre menos por la temprana expulsión de Oscar Ledesma, perdiendo 2 a 0 muy cerca del final, logró el empate sobre la hora, con un gol de penal de Heriberto Correa y otro de Angel Ronci, que nos hizo estremecer como pocas veces.  Igualmente, para él es inolvidable aquel 5 a 5, en Caseros, el 27/9/1986, tras ir en desventaja frente  al local por 5 a 1, y que de haber proseguido el partido unos minutos más, Defensores seguramente lo ganaba.
Se despidió de Defensores como futbolista en la última fecha de la temporada 1986/87, más precisamente el 18/4/1987, en Gerli, enfrentando al local, El Porvenir, en lo que fue empate también en dos goles (ambos de Claudio Lepera para Defensores).
Esa tarde, el equipo de Núñez, dirigido por Luis Soler, alistó a Héctor Cannataro; Pablo Centrone y Carlos Schneider; Ricardo Gándaras, Sergio Carosino y Eduardo Lagunas; Jorge Rossi, Rubén Fernando Sánchez, Hugo Cantero, Claudio Lepera y Alejandro Boratto. Fue cedido a préstamo la temporada siguiente a Quilmes y luego quedó en libertad de acción, al no enviársele el correspondiente telegrama de renovación de contrato.
Lagunas se desempeñaba como segundo marcador central, era fuerte en la marca, con buen juego aéreo en ambas áreas y algunos goles en su haber. Usó la emblemática casaca Nº 6 de Defensores, aquella que vistieron previamente Rodolfo Chiti y Vicente Giardullo, quienes junto a él jugaron cerca de 1.000 encuentros oficiales entre 1952 y 1987 (o sea 35 años).


Hace mención de varios Directores Técnicos en su paso por Defensores, destacando entre ellos a Luis Soler, como uno que le enseñó mucho desde el punto de vista profesional. También destaca a Carlos Pandolfi y a Jorge Busti, que lo dirigieron en dos buenas campañas en 1982 y 1984-85, respectivamente. Como era de esperar, también tiene un lugar entre sus afectos para Don Victorio Spinetto, quien lo hizo debutar en Primera y de quien reconoce sus dotes de “Maestro”.
Tras su paso por Defensores, defendió los colores de Quilmes (1987/88), Tigre (1988/89) y Deportivo Morón (1989/91, logró el ascenso a la Primera “B” Metropolitana) y Talleres de Escalada (1991/95). 
Con el tiempo regresó a Defensores, ya como DT, en compañía de Jorge Busti, para dirigir a un Defensores que cumplió una brillante campaña en el torneo de Primera “B” Metropolitana 2005/06, que no culminó con el ascenso, de manera inexplicable. La temporada siguiente, los resultados no lo acompañaron, y dejó el equipo que dirigía junto a Pedro Barrios, que pasó a ser dirigido por Guillermo Aldaz.

 Terminada la charla, nos despedimos de Eduardo Lagunas, caminando por las mismas calles que nos vieron transitar varias décadas atrás, y donde transcurrió nuestra juventud. Como siempre, nos vamos con la esperanza que recuerde que Defensores no se olvida de quienes defendieron sus colores, así como que no olvide esos colores, que lo vieron nacer como futbolista.

1 comentario:

  1. que grande lalo,la familia tenia un bar en serrano y cabrera,junto con la vivienda,recuerdo la cancha de bochas.luego el bar se mudo a cabrera y thames

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