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martes, 8 de diciembre de 2015

Recordando a Juan Carlos Aguirre


A principios de los años 80, llegó a Defensores, proveniente de Platense (donde se inició en 1976 en sus inferiores y jugó 40 partidos en su primer equipo, entre 1978 y 1981), Juan Carlos Aguirre, quien se convertiría con el correr del tiempo en uno de los 30 jugadores con mayor cantidad de presencias en el primer equipo rojo y negro (con un total de 168), e igualmente en uno de sus 5 máximos artilleros históricos (detrás de Gerardo Caldas, Luis Estrella, Ricardo Galarza y Luis Francisco Ojeda), con 58 conquistas (0.34 gol/partido).  



Si bien su posición de referencia en la cancha era la de centrodelantero, ocupó cualquiera de los puestos del ataque, jugando igualmente por el centro y las puntas. Aguirre no era un delantero de punta típico del ascenso, y sí demostraba velocidad, capacidad como armador de juego (se hablaba entonces de un 9 tirado atrás), habilidad con el balón y sutileza en la definición. 
Debutó en Defensores oficialmente (lo había hecho previamente en un “amistoso” frente a Excursionistas, en La Pampa y Miñones) el 7/2/1982, cuando por la 1ª fecha del torneo de Primera “B” de ese año, en el “Juan Pasquale”, el local hizo de visitante frente a Deportivo Armenio (por entonces sin cancha).  El “local” se puso rápidamente en ventaja en el inicio y la estiró en el final de la primera etapa, dando la impresión que se cumpliría la ingrata tradición ya vigente en los enfrentamientos entre ambos rivales.  
En el complemento reaccionó la “visita” y sobre la media hora, en 5’, logró el empate, por intermedio Cáceres primero y luego de Aguire, al convertir un tiro penal (previamente, Luis Kadijevich, que debutaba esa tarde en Armenio junto a Gerardo Lucero, le había detenido uno al puntero izquierdo Iannuzzi).
Dirigido técnicamente por Don Victorio Spinetto, Defensores alineó esa tarde a Alfredo Anhielo; Domingo Ielamo (luego Luis Chammah) y Miguel Alalí; Claudio Fraga, Alfonso Castellanos y Eduardo Lagunas; Walter Cáceres, Marcelo Salzano, Juan Carlos Aguirre, Horacio Galbán y Antonio Iannuzzi.



Su último encuentro con la casaca roja y negra, tuvo lugar también en el Bajo Núñez, el 29/11/1986, por el torneo de la Primera “B” de 1986/87, ahora Metropolitana, en el triunfo del local frente a Atlanta por 3 a 0, precisamente con dos goles suyos (reaparecía tras una ausencia de 5 partidos) y el restante de Hugo Canteros.
Formó esa tarde el Dragón, dirigido técnicamente por la dupla Alfredo Anhielo – Domingo Ielamo, con Alfredo Anhielo (luego José Luis Rodríguez); Pedro de Jesús Barrios y Heriberto Correa; Claudio Fraga, Horacio Galbán y Eduardo Lagunas; Adrián Luna, Ricardo Gándaras (Claudio Lepera), Juan Carlos Aguirre, José Luis Varela y Hugo Canteros.
Tras el último gol (a los 26’ del segundo tiempo), increíblemente durante el festejo del mismo, Aguirre sufrió una seria lesión en una de sus rodillas, que lo mantuvo alejado varios meses de las canchas, y ya no volvería a actuar por Defensores.  Tiempo después, se incorporó a Lanús (donde actuó la temporada 1987/88), pasó por Deportivo Morón (1988/89), y con posterioridad por Defensa y Justicia (1989/90) y Estudiantes de Buenos Aires, equipo este último donde finalizó su carrera como futbolista. Mientras jugaba, en 1984, se recibió de Preparador Físico y posteriormente, de Director Técnico, trabajando actualmente en los Torneos de Fútbol Intercountries de la Zona Norte.  



Como vemos, Aguirre marcó goles, tanto en su debut como en su despedida de Defensores, además de hacerlo en todas, las 6 temporadas en las que vistió la casaca roja y negra. Fue goleador de Defensores en 1983, con 12 tantos, en un equipo dirigido por Carlos Pandolfi (en quien reconoce un DT muy trabajador) y repitió esta situación en 1985, anotando en 15 oportunidades. 
En 1984 y 1985, formó parte de dos recordados equipos  en la Historia de Defensores de Belgrano, los cuales estuvieron muy cerca de acceder a la Categoría Superior, en ambos casos, dirigido técnicamente por la dupla Jorge Busti – José Leonardi. En el primero de ellos alternó en la delantera con Walter Orestes Quiroga, el “Mingo” Cáceres y Walter René Fernández, y en el segundo, con el mismo Cáceres, Jorge Arnaldo Díaz y Néstor Cataldo.
Como hecho anecdótico, hacia 1984, mientras la Selección Nacional realizaba una Gira y el Torneo de Primera División se hallaba suspendido, en un programa de televisión que emitía el domingo por la noche los goles de los partidos de la fecha, fueron elegidos dos goles de Defensores convertidos por Aguirre (frente a Tigre, en Victoria, y Deportivo Morón, en el Bajo Núñez), en dos programas consecutivos, como los mejores de la jornada.  El gol frente a los de Victoria (1 a 0), lo convirtió con un tiro cruzado, tras una serie de toques con Quiroga y Cáceres, mientras que contra el “Gallito” (2 a 0) convirtió con un tiro de zurda, ante la salida de Juan Carlos Michelli, luego de superar a Rafael Alberto Luongo,  y tras una doble pared entre Cáceres y Arbelo, tal como son descritos en el diario “Crónica”. Demás está decir que ese Defensores se caracterizaba por practicar un fútbol vistoso, reconocido como tal por propios y extraños.
Sin embargo, uno de los goles más recordados (al menos por el autor de estas líneas), fue el que decretó el decisivo triunfo para la clasificación al Octogonal, frente a Talleres (acosado por el descenso), en Remedios de Escalada, el 10/11/1985, en el final del partido (se jugaba tiempo adicionado). Aguirre aprovechó en un contraataque un pase en profundidad, y tocó la pelota, que entró pidiendo permiso, ante la desesperada salida del arquero Adrián Roberto Méndez.  Defensores, en una tarde lluviosa, jugó gran parte del encuentro con un hombre menos, por la expulsión de Galbán en el primer tiempo.  
Otra circunstancia recordable, que lo tuvo como protagonista, fue el triunfo frente a Chacarita Juniors (2 a 1), en el Bajo Núñez, con dos penales dudosos sancionados por Juan Carlos Crespi, en el final del partido (perdía el local 1 a 0). Ambos fueron convertidos por Aguirre, y sufridos por la parcialidad “funebrera”, que a punto estuvo de invadir el campo de juego para hacer justicia por mano propia. Esa misma tarde, el 27/2/1982, jugó por última vez por Defensores (reemplazado por Ronci en el cuarto de hora del complemento), René Orlando Houseman.



Muchos otros recuerdos fueron saliendo a la luz durante la prolongada conversación, ya que Juancito (tal como aún lo recuerdan en el Club) fue partícipe durante 6 temporadas de numerosas jornadas memorables. No quedaron fuera de la charla, el empate contra Gimnasia en el Monumental, la levantada del 5 a 1 en Caseros frente al local, aquel triunfo sobre la hora en Escalada, y muchas otras, que en su momento nos emocionaron.
Llegó el momento del saludo final, y como de costumbre, nos despedimos de Juan Carlos Aguirre haciéndole saber, que Defensores de Belgrano no se olvida de aquellos que defendieron sus colores, y también con la esperanza, que igualmente él, no se olvide de nuestro querido Club.


Nota cortesía de Javier Bava, autor del libro "Historia futbolística de Defensores de Belgrano".

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