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jueves, 31 de diciembre de 2015

Recordando a Jorge Brandoni

El juvenil (de 21 años de edad) y longilineo Jorge Alberto Brandoni, un volante ofensivo con buen manejo de la pelota, fue uno de los refuerzos que llegó a Defensores de Belgrano, para afrontar el torneo de Primera “B”, con un mal recuerdo de la temporada anterior, en la cual estuvo cerca de perder la categoría. Quizá nada hacía prever que sería este el paso que lo catapultaría en un futuro muy cercano, al fútbol de la Primera División.
Había formado parte las temporadas anteriores (entre 1974 y 1976) de los planteles de Comunicaciones, en los cuales convivió con muchos jugadores con pasado o futuro defensorista: Víctor Horacio Miranda, Ricardo Cullary, Martín Haffez, Jorge Salgado, Daniel Acevedo y Mario Gerardo Biasin.


Debutó “Palito” (tal como se lo conocía en la tribuna) en el Dragón, el 12/3/1977, en el encuentro jugado en el “Juan Pasquale”, en el cual el Deportivo Armenio, haciendo las veces de local, por la 3ª fecha del torneo de Primera “B”, derrotó (cuando no) a Defensores 3 a 1 (gol de penal convertido por Héctor Rodríguez, que puso en ventaja a la esa vez “visita”).
Formó esa tarde el equipo dirigido por Antonio Villamor, con Luis Kadijevic; Héctor Rodríguez y Héctor García; Omar Imaz, Juan José Tamburrino (último partido con la casaca roja y negra, tras casi 100 presencias) y Vicente Giardullo; Carlos Moral (luego Eduardo Gabriel Fernández), Jorge Gómez de Armas (luego José Balbuena), Gerardo Lucero, Jorge Brandoni (en un puesto diferente al que ocuparía en los sucesivo, aunque aquel en el cual lo hacía previamente en el conjunto de Agronomía) y Nicolás Gómez de Armas.

Arriba a la izquierda con el número 5.


Tras su debut, se afianzó en la posición de mediocampista central y participó de todos, los 32  encuentros disputados por Defensores hasta el final de la temporada, momento en el cual pasó fugazmente (entre los meses de Noviembre de 1977 y Enero de 1978) por All Boys, que por entonces disputaba el Torneo Nacional en la categoría superior.
Según su propio relato, en el ínterin, a punto estuvo de integrar el plantel de Huracán, pero una discrepancia entre los dirigentes de ambas instituciones, impidió la transferencia, cuando la misma parecía un hecho.
Su buen desempeño en la temporada 78 (comenzó la misma como titular, y se mantuvo como tal hasta el final de la misma), lo llevaron a integrar, durante los meses de agosto y setiembre, una exitosa Gira realizada por River Plate por el Viejo Continente (su imagen puede verse en la tapa de “El Gráfico”, con la casaca del Atlético de Madrid, junto al Trofeo “Villa de Madrid”, obtenido por el equipo “Millonario” en España). Brandoni, junto a Gerardo Caldas (1925, único con la casaca de Defensores), Alberto Evaristo (1928) y Antonio Báez (1962), serían así los jugadores que, perteneciendo a Defensores, fueron retratados en la tapa de esta revista deportiva.   


Tras volver a Defensores, donde jugó hasta el final de la temporada 1978, Brandoni pasó a desempeñarse en Ferro Carril Oeste (dirigido por entonces por Carmelo Faraone), donde actuó por varios años, más precisamente hasta 1986, y donde integró los equipos quizá más sobresalientes de la Historia de esta Institución.
Fue campeón de Primera División, de la mano del recordado Carlos Timoteo Griguol, a quien Brandoni reconoce como un verdadero Maestro, no sólo en el fútbol, sino en la vida. Su estilo de juego, influenciado por el Técnico, cambió por entonces, transformándose en un jugador con mayor marca (lo que llamamos hoy un 5 tapón), que jugaba entre los centrales del equipo verdolaga.
En opinión de Brandoni, las actuaciones cumplidas en Defensores durante el bienio 1977/78, fueron quizás las mejores de su carrera deportiva, y las que le valieron su paso al fútbol de la Primera División, donde cumpliera una destacada performance. Recuerda en su paso por Defensores a dos Preparadores Físicos de enorme prestigio, que acompañaron a Antonio Villamor: Claudio Von Foerster (1977) y Rodolfo Valgoni (1978).  
Tras actuar en Chaco For Ever (1986/87), regresó a Defensores para jugar la temporada 1987/88, en el torneo de la Primera "B", ahora llamada Metropolitana (y constituida en tercera categoría del fútbol argentino). Su último partido lo disputó frente a Almagro, el 20/2/1988, en lo que fue derrota en el Bajo Núñez por 3 a 1 (gol de Hugo Canteros, de tiro penal). En ese encuentro, fue expulsado a los 41’ del PT por el árbitro Miguel Angel Rodríguez, que tuvo un desempeño deplorable, según las crónicas periodísticas. 
Formó el local esa tarde, dirigido por el paraguayo Heriberto Correa (que dejó de ser el técnico tras ese encuentro, y fue reemplazado por la Subcomisión de Fútbol, hasta el final del torneo), con Héctor Cannataro; Fabián Anselmo y Carlos Schneider; Claudio Fraga, Jorge Brandoni y Luis De Luise; Adrián Fumaroni, Angel Ronci, Hugo Canteros, Fabián Castro (luego Cecconato) y Fernando Sánchez (luego Basualdo). 



En total, Jorge Brandoni disputó 79 partidos en el primer equipo de Defensores (60 de ellos durante las temporadas 1977/78), en los cuales se desempeñó casi exclusivamente como mediocampista central (junto a José Ricardo Balbuena y Eduardo Gabriel Fernández en 1977, y a Horacio Galbán y Alfonso Castellanos en la temporada siguiente). En 1987/88, lo acompañaron en la mitad de la cancha, Angel Ronci y Fabián Cecconato. En las dos primeras temporadas, Defensores cumplió muy buenas performances, ubicándose en el 4º lugar en 1977 y en el 5º en 1978, en ambos casos en la segunda categoría del fútbol argentino.
En su paso por Defensores marcó 7 goles: 6 en 1977 y 1 en 1978, quizá el más recordado de ellos a Tigre, en su cancha de Victoria, el cual produjo sobre el final del partido el empate definitivo en dos goles, tras ir en desventaja por dos a cero (había descontado previamente, de penal, el zaguero Héctor Rodríguez).
Entre los partidos recordados en los que participó Brandoni, se encuentra aquel triunfo, logrado el 21/2/1978, frente al luego campeón, Ferro Carril Oeste, que se definió sobre la hora con un gol de Moral, en al arco que da espaldas a la tribuna visitante. El encuentro había sido suspendido el sábado por la lluvia (único partido suspendido de la fecha), lo cual había generado controversias entre los dirigentes de ambos clubes.
En 1978, Brandoni fue protagonista, ante una multitud, del encuentro que inauguró en forma extraoficial la iluminación del Estadio Monumental, a posteriori Sede del Campeonato Mundial, en el cual el equipo local derrotó a Defensores 2 a 1. Como hecho anecdótico, según nos comenta, si bien el gol defensorista (convertido a los 15’ del segundo tiempo) fue concedido por el tablero electrónico y las crónicas disponibles, a Gerardo Lucero, el verdadero autor del mismo fue él.
En su segunda etapa en Defensores, tras casi una década de ausencia, Defensores cumplió una pobre campaña, y quizá el recuerdo más grato haya sido el triunfo catalogado por el diario “Crónica” como heroico contra Deportivo Morón. Por entonces (14/11/1987), el “Gallito” se hallaba posicionado en los primeros lugares, y fue derrotado 2 a 1 en el Bajo Núñez, jugando el local gran parte del encuentro con dos hombres menos, por las expulsiones de sus delanteros: Canteros (35’ del PT) y Fumaroni (25’ del ST). El gol del triunfo fue conseguido por Héctor Bordoni, a 10’ del final del partido.



Luego compartir numerosos recuerdos de su paso por Defensores, nos despedimos de Jorge Brandoni, haciéndole saber que Defensores no olvida a aquellos que defendieron sus colores, y con la esperanza que él no tampoco se olvide de nosotros.

Gentileza: Javier Bava autor del libro: Historia futbolística de Defensores de Belgrano.

martes, 8 de diciembre de 2015

Recordando a Juan Carlos Aguirre


A principios de los años 80, llegó a Defensores, proveniente de Platense (donde se inició en 1976 en sus inferiores y jugó 40 partidos en su primer equipo, entre 1978 y 1981), Juan Carlos Aguirre, quien se convertiría con el correr del tiempo en uno de los 30 jugadores con mayor cantidad de presencias en el primer equipo rojo y negro (con un total de 168), e igualmente en uno de sus 5 máximos artilleros históricos (detrás de Gerardo Caldas, Luis Estrella, Ricardo Galarza y Luis Francisco Ojeda), con 58 conquistas (0.34 gol/partido).  



Si bien su posición de referencia en la cancha era la de centrodelantero, ocupó cualquiera de los puestos del ataque, jugando igualmente por el centro y las puntas. Aguirre no era un delantero de punta típico del ascenso, y sí demostraba velocidad, capacidad como armador de juego (se hablaba entonces de un 9 tirado atrás), habilidad con el balón y sutileza en la definición. 
Debutó en Defensores oficialmente (lo había hecho previamente en un “amistoso” frente a Excursionistas, en La Pampa y Miñones) el 7/2/1982, cuando por la 1ª fecha del torneo de Primera “B” de ese año, en el “Juan Pasquale”, el local hizo de visitante frente a Deportivo Armenio (por entonces sin cancha).  El “local” se puso rápidamente en ventaja en el inicio y la estiró en el final de la primera etapa, dando la impresión que se cumpliría la ingrata tradición ya vigente en los enfrentamientos entre ambos rivales.  
En el complemento reaccionó la “visita” y sobre la media hora, en 5’, logró el empate, por intermedio Cáceres primero y luego de Aguire, al convertir un tiro penal (previamente, Luis Kadijevich, que debutaba esa tarde en Armenio junto a Gerardo Lucero, le había detenido uno al puntero izquierdo Iannuzzi).
Dirigido técnicamente por Don Victorio Spinetto, Defensores alineó esa tarde a Alfredo Anhielo; Domingo Ielamo (luego Luis Chammah) y Miguel Alalí; Claudio Fraga, Alfonso Castellanos y Eduardo Lagunas; Walter Cáceres, Marcelo Salzano, Juan Carlos Aguirre, Horacio Galbán y Antonio Iannuzzi.



Su último encuentro con la casaca roja y negra, tuvo lugar también en el Bajo Núñez, el 29/11/1986, por el torneo de la Primera “B” de 1986/87, ahora Metropolitana, en el triunfo del local frente a Atlanta por 3 a 0, precisamente con dos goles suyos (reaparecía tras una ausencia de 5 partidos) y el restante de Hugo Canteros.
Formó esa tarde el Dragón, dirigido técnicamente por la dupla Alfredo Anhielo – Domingo Ielamo, con Alfredo Anhielo (luego José Luis Rodríguez); Pedro de Jesús Barrios y Heriberto Correa; Claudio Fraga, Horacio Galbán y Eduardo Lagunas; Adrián Luna, Ricardo Gándaras (Claudio Lepera), Juan Carlos Aguirre, José Luis Varela y Hugo Canteros.
Tras el último gol (a los 26’ del segundo tiempo), increíblemente durante el festejo del mismo, Aguirre sufrió una seria lesión en una de sus rodillas, que lo mantuvo alejado varios meses de las canchas, y ya no volvería a actuar por Defensores.  Tiempo después, se incorporó a Lanús (donde actuó la temporada 1987/88), pasó por Deportivo Morón (1988/89), y con posterioridad por Defensa y Justicia (1989/90) y Estudiantes de Buenos Aires, equipo este último donde finalizó su carrera como futbolista. Mientras jugaba, en 1984, se recibió de Preparador Físico y posteriormente, de Director Técnico, trabajando actualmente en los Torneos de Fútbol Intercountries de la Zona Norte.  



Como vemos, Aguirre marcó goles, tanto en su debut como en su despedida de Defensores, además de hacerlo en todas, las 6 temporadas en las que vistió la casaca roja y negra. Fue goleador de Defensores en 1983, con 12 tantos, en un equipo dirigido por Carlos Pandolfi (en quien reconoce un DT muy trabajador) y repitió esta situación en 1985, anotando en 15 oportunidades. 
En 1984 y 1985, formó parte de dos recordados equipos  en la Historia de Defensores de Belgrano, los cuales estuvieron muy cerca de acceder a la Categoría Superior, en ambos casos, dirigido técnicamente por la dupla Jorge Busti – José Leonardi. En el primero de ellos alternó en la delantera con Walter Orestes Quiroga, el “Mingo” Cáceres y Walter René Fernández, y en el segundo, con el mismo Cáceres, Jorge Arnaldo Díaz y Néstor Cataldo.
Como hecho anecdótico, hacia 1984, mientras la Selección Nacional realizaba una Gira y el Torneo de Primera División se hallaba suspendido, en un programa de televisión que emitía el domingo por la noche los goles de los partidos de la fecha, fueron elegidos dos goles de Defensores convertidos por Aguirre (frente a Tigre, en Victoria, y Deportivo Morón, en el Bajo Núñez), en dos programas consecutivos, como los mejores de la jornada.  El gol frente a los de Victoria (1 a 0), lo convirtió con un tiro cruzado, tras una serie de toques con Quiroga y Cáceres, mientras que contra el “Gallito” (2 a 0) convirtió con un tiro de zurda, ante la salida de Juan Carlos Michelli, luego de superar a Rafael Alberto Luongo,  y tras una doble pared entre Cáceres y Arbelo, tal como son descritos en el diario “Crónica”. Demás está decir que ese Defensores se caracterizaba por practicar un fútbol vistoso, reconocido como tal por propios y extraños.
Sin embargo, uno de los goles más recordados (al menos por el autor de estas líneas), fue el que decretó el decisivo triunfo para la clasificación al Octogonal, frente a Talleres (acosado por el descenso), en Remedios de Escalada, el 10/11/1985, en el final del partido (se jugaba tiempo adicionado). Aguirre aprovechó en un contraataque un pase en profundidad, y tocó la pelota, que entró pidiendo permiso, ante la desesperada salida del arquero Adrián Roberto Méndez.  Defensores, en una tarde lluviosa, jugó gran parte del encuentro con un hombre menos, por la expulsión de Galbán en el primer tiempo.  
Otra circunstancia recordable, que lo tuvo como protagonista, fue el triunfo frente a Chacarita Juniors (2 a 1), en el Bajo Núñez, con dos penales dudosos sancionados por Juan Carlos Crespi, en el final del partido (perdía el local 1 a 0). Ambos fueron convertidos por Aguirre, y sufridos por la parcialidad “funebrera”, que a punto estuvo de invadir el campo de juego para hacer justicia por mano propia. Esa misma tarde, el 27/2/1982, jugó por última vez por Defensores (reemplazado por Ronci en el cuarto de hora del complemento), René Orlando Houseman.



Muchos otros recuerdos fueron saliendo a la luz durante la prolongada conversación, ya que Juancito (tal como aún lo recuerdan en el Club) fue partícipe durante 6 temporadas de numerosas jornadas memorables. No quedaron fuera de la charla, el empate contra Gimnasia en el Monumental, la levantada del 5 a 1 en Caseros frente al local, aquel triunfo sobre la hora en Escalada, y muchas otras, que en su momento nos emocionaron.
Llegó el momento del saludo final, y como de costumbre, nos despedimos de Juan Carlos Aguirre haciéndole saber, que Defensores de Belgrano no se olvida de aquellos que defendieron sus colores, y también con la esperanza, que igualmente él, no se olvide de nuestro querido Club.


Nota cortesía de Javier Bava, autor del libro "Historia futbolística de Defensores de Belgrano".

Recordando a Victorio Spinetto


Victorio Luis Spinetto ha sido una gloria del fútbol argentino, cuya trayectoria comenzó, como jugador, en el lejano amateurismo, y finalizó nada más y nada menos, que dirigiendo técnicamente al modesto Defensores de Belgrano.



Su nombre se halla ligado a Vélez Sarsfield, club donde transcurrió la mayor parte de su vida (debutó en Primera en 1932, procedente de Platense, donde había jugado la primera parte de esa temporada) y el que le debe, junto a Don José Amalfitani, mucha de su grandeza. Además fue jugador de Independiente, y DT de varios otros equipos, e inclusive de una Selección Nacional, campeona Sudamericana.
Llegó a Defensores de Belgrano con casi 70 años cumplidos (nació el 3/6/1911), ya comenzado el torneo de Primera División “B” de 1980, para reemplazar a José Bernabé Leonardi, que se encontraba cursando un post-operatorio.
Su debut como DT se produjo el 29/3/1980, cuando Defensores, que se ubicaba en el último lugar de la tabla de posiciones, derrotó en el Bajo Núñez a Los Andes 1 a 0, con gol del "Sordo" Néstor Díaz, al minuto del segundo tiempo. 
Formó esa tarde Defensores con Luis Kadijevic; Domingo Ielamo (luego Marcos Sandoval) y Oscar Montenegro; Omar Imaz, Néstor Oca y Vicente Giardullo; Walter Cáceres (luego Jorge García Melado), Horacio Félix Galbán, Néstor Díaz, Angel Ronci y Gerardo Lucero. Defensores finalizó ubicado en un honroso 8º lugar, lejos de ambos extremos de la tabla. 
A partir de allí, dirigió técnicamente a Defensores en 80 encuentros, durante los cuales, su gestión se caracterizó por promover al primer equipo, gran cantidad de elementos juveniles, provenientes de las Divisiones Inferiores, a las cuales se ocupaba de observar personalmente. Se lo solía ver, según testigos presenciales (y según refiere Claudio Fraga), como espectador de partidos de 8ª a 3ª División, vistiendo siempre de saco y corbata. 
Fue quien, sin lugar a dudas, de manera silenciosa, promovió a aquellos juveniles que conformaron el equipo de 1984, que cumpliera una brillante campaña y estuviera cerca de lograr el ascenso a Primera División, integrado por numerosos jugadores del club (Claudio Fraga, Pedro de Jesús Barrios, Eduardo Lagunas, Angel Ronci, Jorge Arbelo y Walter Cáceres, a quienes pueden sumarse Alfredo Anhielo y Horacio Galbán, también surgidos de las inferiores defensoristas, que ya jugaban desde tiempo atrás en el primer equipo).
También tuvieron su oportunidad, de la mano de Don Victorio, Marcelo Salzano (jugó cerca de 100 partidos en Defensores), Norberto Schiapacase, Marcos Sandoval, Sergio Del Castillo, Carlos Alberto Cortez, y otros juveniles. 
Fue sin lugar a dudas un “Maestro” en la enseñanza del fútbol, pero también para muchos de los juveniles un “Padre”, que por su hombría de bien, siempre los aconsejó de buena manera. Su trato respetuoso hacia los jugadores (siempre de “Ud”) y sus consejos, lo han hecho inolvidable para muchos de sus dirigidos.   
El último encuentro que dirigió técnicamente a Defensores, tuvo lugar en Santa Fé, el 6/3/1982, en lo que fue una catastrófica goleada frente a Colón, por 7 a 2 (goles de Cáceres y Beltrán). Esa tarde, el Dragón alistó a Alfredo Anhielo; Domingo Ielamo y Marcelo Salzano; Claudio Fernando Fraga (luego Juan Carlos Aguirre), Alfonso David Castellanos y Eduardo Lagunas (luego Vicente Giardullo); Walter Domingo Cáceres, Luis Chammah, Marcelino Britapaja, Alberto Beltrán y Angel Ronci. Su carrera en el fútbol había tocado a su fin, quizá en la forma menos deseada.
Falleció el 28/8/1990, habiendo dejado todo un legado dentro del fútbol. Fue en la cancha un centre half a la antigua. Con presencia y temperamento. Un verdadero estratega. Fuera de la cancha, fue un docente como pocos.

Para Defensores, el último lugar donde ejerció profesionalmente, fue maestro y formador de numerosos jugadores, a los cuales llevó a su primer equipo. Con las disculpas del caso, mucho tiempo después de su partida a la “Tribuna de arriba”, Defensores de Belgrano le rinde este pequeño, sentido y merecido homenaje. 

Nota gentileza de Javier Bava, autor del libro "Historia Futbolística de Defensores de Belgrano".